Sin duda alguna, uno de los puntos clave al momento de elaborar los estatutos de una sociedad mercantil es definir cuál es su objeto social. Esto se debe a que permitirá concretar cuáles son las actividades que va a realizar tu empresa, ya sea de forma inmediato o en el futuro.

Redactar de forma equivocada este objeto social, hará que te sea imposible realizar tu debida inscripción en el Registro Mercantil. Pero ¿qué es el objeto social? ¿para qué sirve? Deja que a continuación te lo comentemos.

¿Qué es el objeto social de una empresa?

Es un elemento central en el contrato de una sociedad y en esencia, el objeto social es aquel elemento que hace referencia directa a las actividades que una sociedad va a desarrollar. En pocas palabras: es lo que define qué actividades económicas deben realizarse dentro de la empresa.

Su fin último es el de obtener beneficios de tipo económico que se puedan repartir entre los socios.

¿Qué otros aspectos debo considerar en torno al objeto social?

La sociedad mercantil como tal, que no es otra cosa que una asociación que se realiza entre personas que crean un fondo patrimonial común y que se hace de forma voluntaria. Esto con el fin de colaborar en conjunto para la explotación de una empresa, esto con la finalidad de obtener en un beneficio colectivo e individual, ya que se busca participar en la repartición de las ganancias.

Este tipo de asociaciones, se realiza entre una o más personas y en ella, se ponen en común aspectos como dinero, bienes y servicios y quienes forman estas asociaciones se consideran socios.

Ahora bien, debe tenerse presente que, además del tipo de sociedad mercantil, que en el código civil español en sus artículos 1271 y 1272 se establecen todas aquellas cosas que no se hayan fuera del comercio común de los hombres.

Otro punto a tener presente, es que, en el objeto social es clave la Causa, la cual está ligada de forma intrínseca al mismo y implica que, el ejercicio de la actividad económica, tanto en propósito como en acción, debe tener como finalidad generar beneficios que sean lícitos, ya que cualquier ilicitud puede hacer que el contrato de una sociedad quede totalmente anulado.

Reglas a tener en cuenta en torno al objeto social

  • Se debe comprobar si la actividad económica que se quiere ejercer está sujeta a algún tipo de incompatibilidad.
  • Se debe examinar y revisar sí la realización de la actividad económica se haya reservada para profesionales determinados.
  • Debe demostrarse que la actividad que se está realizando es lícita, precisa y concreta.
  • Y, por último, se debe considerar si el ejercicio de esa actividad económica se haya sujeta o subordinada a licencias o autorizaciones administrativas.

Según todo lo anterior, entonces se puede concluir que toda sociedad civil o mercantil debe tener un objeto social, el cual no es otra cosa que aquello a lo que se va a dedicar y desarrollar la empresa.